AUTODEFENSA
La autodefensa como forma de
ejercer la defensa propia abarca
varios campos como ser: combate cuerpo a cuerpo sin armas, el manejo de armas
contundentes, armas blancas, armas de fuego, el desarme, la inmovilización, el
esposado, etc. Obviamente es claro ver en esta descripción que lo mencionado
está destinado a fuerzas armadas y de
seguridad, custodios privados e incluso civiles.
La metodología al respecto propia
de las fuerzas armadas difiere ya que está destinada para ser empleada en
conflictos armados, donde en una guerra intervienen todo tipo de fuerzas, así
como de armamento, pero aún sigue existiendo el combate cuerpo a cuerpo, pero
en este caso se persigue la eliminación del enemigo.
En el caso de las fuerzas de seguridad, custodios privados e incluso los
civiles, el uso de las técnicas de autodefensa
persiguen ejercer el dominio de todo tipo de agresión, graduando la
respuesta en base al ejercicio de la defensa propia, respondiendo a
directivas y políticas de seguridad, así como con el cumplimiento de la ley.
Sin embargo hay que comprender que capacitar a una persona para que
pueda emplear la autodefensa,
atendiendo a lo mencionado en el párrafo anterior, no implica un entrenamiento
limitado, por el contrario debe estar perfectamente preparado para afrontar
todo tipo de agresión, tanto para defenderse como para proteger a terceros. Las
artes marciales con una orientación hoy día claramente deportiva y sin ser
ninguna de ellas completa en si misma no se adecuan a esto, es mas la
metodología debe basarse en técnicas y entrenamientos aptos y eficaces para la
misión a cumplir. No obstante, es evidente que ellas son claras proveedoras de
muchas técnicas.
Un entrenamiento limitado solo producirá una persona limitada para
ejercer la autodefensa, es así de
sencillo. El entrenamiento debe ser
acorde a lo que se espera de quienes tienen que cumplir con el deber de brindar
seguridad.
En la actualidad donde vemos que la sociedad es atacada por una
delincuencia depredadora, carente de códigos, donde la vida humana no vale
nada, aquellos seleccionados y
entrenados para ejercer la protección de
las personas y bienes pasan por un tamiz, aptos físicos y psicológicos, carecer
de antecedentes delictivos, superar los cursos de entrenamiento y capacitación,
etc. y sobre todo estar perfectamente preparado física y mentalmente para su
función. Por lo menos es de esperar que sea así.
Tener amplios conocimientos de todo tipo de forma de combate y
agresiones, así como de armas, no implica que use los mismos
indiscriminadamente, sino en estricto cumplimiento de leyes y directivas. Una
cosa es tener que dominar un agresor sin armas cuya respuesta puede ser
idéntica, aunque a veces el poderío físico del mismo supera al del agredido, se
dispone de aerosoles químicos o el bastón, los que unidos a técnicas de
autodefensa, permite dominar tal situación, sin tener que acudir a su arma de
fuego.
Pero cuando la agresión se convierte en letal porque se emplea un arma
blanca o de fuego, se debe estar
preparado para afrontar la situación, incluso cuando no es posible emplear el
equipamiento del cual ha sido provisto. Es fácil comprender que en este tipo de
enfrentamiento no se puede andar con medias tintas ya que esta de por medio la
propia supervivencia, o la vida de terceros afectados por la situación.
Hay un aspecto importante a tener en cuenta y es que cuando un
integrante de una fuerza de seguridad egresa de su entrenamiento debe enfrentar
la calle con la experiencia adquirida en el centro de capacitación correspondiente,
pero el delincuente ya viene experimentado porque por lo general desde
chicos han tenido enfrentamientos entre
bandas, en la villa, por territorios o venta de drogas, incluso en los mismos
centros de detención, etc. Desde niños ya son veteranos en acciones reales,
aunque sea entre bandas. Bien, frente a esto las fuerzas de seguridad deben
contar con integrantes altamente capacitados, porque al iniciarse en la carrera
dentro de una fuerza, lo mas probable es que carezca de experiencias previas.
FOTOS 9Y 10
La gran amplitud en la enseñanza de la autodefensa se debe también a la
necesidad de formar instructores capacitados, que puedan entrenar en las
disciplinas fundamentales que componen el combate a integrantes de fuerzas, es
por eso que la defensa propia es algo muy abarcativo.
Por otra parte los civiles no siempre pueden contar con la protección de
una fuerza de seguridad. Hoy día están desbordadas e incluso conducidas
mediante políticas claramente insuficientes, erráticas, incluso donde vemos a
criminales entrando y saliendo de las cárceles abiertamente.
Esto ha llevado a que los civiles busquen protegerse empleando diferentes
medios, rejas en las ventanas, puertas blindadas, alarmas en sus casas y
vehículos, cámaras de TV, incluso perros y finalmente hay quienes han acudido a
adquirir armas (o ya las tenían y las han puesto al alcance de la mano), es
decir, un medio mas de defensa, cuando todo los otros métodos preventivos han
fallado. Estamos hablando del ejercicio de la defensa propia.
Esto nos lleva a la AUTODEFENSA CIUDADANA o CIVIL,
que es la decisión de un ciudadano civil
de ejercer la defensa propia, así
como defender su familia y proteger sus bienes, contando para ello con la
capacitación necesaria, obtenida mediante el aprendizaje y entrenamiento de
diferentes técnicas y destrezas aptas para tal cometido, respondiendo con
acciones acorde a la agresión que deba enfrentar, con un pleno conocimiento
de los derechos que lo asisten y leyes
que lo amparan (1).
En definitiva, hoy día aquellos civiles que desean
estar capacitados para la autodefensa
pueden entrenarse en tal disciplina, la que por sus características es muy
abarcativa. Independientemente de estar capacitándose en diferentes disciplinas
defensivas, este sistema constituye también en un método de formación física
muy completo ya que abarca desde el combate cuerpo a cuerpo, uso de armas
contundentes y blancas, incluso la práctica del tiro, el desarme y la
inmovilización, estrategias, etc.
(1) Lamentablemente la justicia no acompaña siempre al ciudadano cuando
ejerce la defensa propia. Los delincuentes parecen tener más derechos humanos que las víctimas,
es mas cualquier excusa es buena para excarcelarlos, darles salidas “laborales”
–muchas veces empleadas para cometer delitos-, o reducción de la condena por
“buena conducta”. Las víctimas o sus familiares, “bien, gracias”.